7 jul 2010

Herramientas para despertar en paz

Abrir los ojos implica un esfuezo sorprendentemente grande en las mañanas, sobre todo cuando las semanas en el trabajo son tan intensas (o debería decir "difíciles") como la que acaba de terminar.

Seguramente mi mujer no entiende como es que despierto con un cable saliendo de mi nuca, en realidad es el cable de un audífono con el que me ayudé para tener un sueño relajante y placentero, me deleito a veces con Offenbach, Tchaikovsky, la Callas, Villazón, Pavarotti, o Bernstein regañando a un jóven José Carreras o, si de verdad me quiero poner contento a Pedrito Infante. Otras veces me da por escuchar a Los Apson o Leo Dan y algunas otras cosas que, sinceramente, no me atrevo a escribir.

No voy a entrar en detalles de mi trabajo, pero si puedo decir que a veces las "vibras" que me acompañan a casa son negativas y no me dejan ser la persona que a mi me gusta, me siento mal, como enfermo; esto no es nuevo, me ha pasado durante muchos año pero he aprendido a manejar algunas herramientas que me ayudan a dejar todo eso atrás y volver al otro día como si estuviera empezando mi semana. No es fácil y sin embargo sé que lo logro por que los que me rodean lo notan, lo sé por que me lo dicen.

Pese a esto, hay "vibras" tan malignas que el simple auxilio de la música, la distracción de una comedia (una comedia romántica, no una de la tele), o un libro no es suficiente.

Volviendo al principio: abrir los ojos implica un esfuezo sorprendentemente grande en las mañanas pero, tengo nuevas herramientas que hace tan fácil dejar todo atrás e iniciar el día con el mismo gusto y entusiasmo de siempre. Y no, no es ninguna droga nueva de un laboratorio europeo, ni tampoco son los zapatitos ortopédicos que con solo caminar haces abdominaes y tonificas magicamente los brazos e, incluso, las mujeres aumenta el tamaño de su busto. No, es un niñito y una mujer que como un gran sol abren la puerta y entran haciendo bulla con su fiesta particular.

Son ellos que sin saberlo, me inyectan nuevas energías cuando despierto; son ellos lo primero que quiero ver en las mañanas; son ellos mi mundo, mi todo. Sí, sé que de cualquier manera me cuesta trabajo abrir los ojos pero no es lo mismo levantarse así nada más, sin nadie, a despertar con risas, besos y gritos..., con un "dale un beso a papá".

Aunque mi mujercita se acueste y se duerma yo puedo voltear y ver su carita de ángel a mi lado, y a mi niño lo puedo sentir brincando sobre mi estómago..., eso, eso es sin duda lo que acaba por decidirme a levantarme.

1 comentario:

  1. Esos momentos de contemplacion de quienes queremos hacen la felicidad!, Saludos.

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